Esta mañana me he levantado, antes de lo pensado, al oír llorar a las 7 de la mañana a uno de mis hijos. No es tal vez la forma soñada de arrancar el día, pero le he cogido en brazos y calmándolo nos hemos metido a nuestra cama, sin que notara que "mami" estaba en la cocina desayunando. El regalo ha sido poder disfrutar de mi hijo una vez dormido en mi regazo, algo que suele estar asignado a su madre, por una razón sustancial que nos diferencia (lactancia).
Hoy ha sido un día especial. Las cosas han salido al revés de como tenía previsto, pero no por ello mal.
El por qué es sencillo. Iba a trabajar sobre un proyecto esta mañana y un cliente muy próximo me ha solicitado una cita. Cambio de planes, pero que tiene como resultado un nuevo proyecto.
A las 14h, un conocido y excelente persona daba una conferencia de entrada libre en la facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. Para ello me he puesto en marcha con antelación y he llegado a las 13:30. La sorpresa....más de 200 personas nos hemos quedado fuera del salón de actos sin poder asistir por aforo completo, después de hacer cola 30'. No ha habido forma de entrar, después de la advertencia de la organización de desalojar el vestíbulo. Aún así, algunos nos hemos quedado por la zona, oyendo de vez en cuando las carcajadas, esperando que hubiera algún atisbo de oportunidad para entrar.
No obstante, del plan A de Asistir, hemos pasado al plan B de comer cerca para volver a la salida de la conferencia, con intención de verle. Al finalizar ésta, he tenido la oportunidad de intercambiar unas frases e impresiones con éste, que salía de nuevo veloz hacia la estación de tren. No he podido asistir a la conferencia, pero he tenido el gusto de saludarle personalmente, lo cuál es más positivo.
Tras una tarde de atención y juego con mis hijos, con posterior trabajo delante del ordenador, he comprado un ramo de flores para mi mujer, pues esta tarde tenía un examen que lleva días preparando y aportará frescura y un color diferente a nuestra cena.
No sé cómo acabará el día, tal vez diferente a como espero, pero ante esa incertidumbre una cosa es segura: la mejor actitud, porque es con la que he decidido vivir.
Os dejo con un pequeño extracto de lo que transmite este conferenciante, Victor Kuppers, la esencia de su mensaje.
https://www.youtube.com/watch?v=n5mcIfmBLrg
Y tú? Has elegido la actitud con la que quieres vivir?
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